Hacia
la gobernabilidad con Petro y su equipo. Del 19 de junio para acá.
Primero, el estupor de los resultados electorales, que aunque eran
ampliamente previsibles, al parecer, nadie esperaba; quizá ni siquiera
el petrismo. Una cosa es esperar, confiar en un resultado, otra muy
distinta es tener el resultado, como un hecho real, palpable. El momento
de la victoria de Petro y Francia, y de la derrota, no tanto del
ingeniero Hernández, como del antipetrismo, en todas sus variantes,
desde Mafe Cabal, hasta Robledo, pasando por Vicky y sus secuaces, en
Semana y otros medios. Alguien debería hacer una película, -o una peli,
como dicen los españoles- sobre los diversos escenarios en los que se
vivieron esos históricos momentos.
Ahora, casi tres semanas después, todo ha cambiado. En unos pocos días, el ambiente político se ha transfigurado por completo. Otra vez, algo que nadie se hubiera podido imaginar el mismo hasta el mismo día de las elecciones. Habrá que dejar que los hechos se decanten, antes de examinar con resultados comprensibles, qué es lo que ha estado, y está ocurriendo, y ojalá, siga ocurriendo. El discurso de fondo ha sido el llamamiento de Petro a sus adversarios, y grupos no afines al Pacto Histórico a un acuerdo nacional; una especie de política de reconciliación. Sorpresivamente, su llamado ha encontrado entusiasta respuesta favorable. El mismísimo Uribe, el archi enemigo de Petro, aceptó acudir a un encuentro con este, en el que intercambiaron opiniones, y se prometieron mantener un canal de comunicación permanente. Increíble hasta hace unos pocos días. Los diversos partidos políticos oficialmente reconocidos, han ido plegándose el acuerdo nacional, y hasta ofreciendose como partidos de gobierno, o cooperación. Esto le ha permitido a Petro y su grupo político obtener las mayorías parlamentarias, que necesita para una plausible gobernabilidad.
Gracias al unanimismo en torno a Petro, el chiste nacional ahora es que "se busca una oposición. Se reciben hojas de vida." El flojo humor prosigue con pedir a una cantante de nombre Marbelle, más conocida por su sectarismo político que por su música, que por favor no se vaya, como había amenazado en caso de triunfar Petro, porque ella es la única opositora real a Petro. Hasta ahí el humor, porque lo que sigue es menos chistoso.
Una verdadera, eficiente, incontrastable oposición a Petro, se teme, vendría, no de un grupo, o sector político, empresarial, o gremial, sino de las fuerzas armadas, concretamente, el ejército, cuyo comandante Zapateiro es enemigo declarado de Petro. Zapateiro ya renunció, y se irá el 20 de Julio. Pero eso no quiere decir que la mala voluntad que puede haber inculcado en la fuerza contra el gobierno de Petro se vaya con él. Como lo advirtió el mismo general, detrás de él quedan muchos zapateiritos. Pero no hacen falta, para inspirar sospecha sobre la posible actitud de los militares contra Petro, debido en gran parte s su condición de ex guerillero.
Sin embargo, dada la creciente legitimidad pública y oficial del gobierno electo de Petro y Francia Márquez, resulta difícil creer que haya militares dispuestos a arriesgarse yendo abiertamente contra la institucionalidad, y la mayoría del sentir político. Las consecuencias de tal conducta podrían ser realmente catastróficas. Y los zapateiritos lo saben.
Especulaciones
sensacionalistas aparte, lo cierto es que Petro y su equipo, no la van a
tener fácil. Todos, o casi todos los comentarista serios y conocedores
de la realidad del país, coinciden en que el gobierno de Iván Duque ha
sido un desastre, y que entrega un país en estado poco menos que
desastroso. Duque tiene la excusa de la pandemia para justificar sus
malos resultados, pero eso no es suficiente. Las estadísticas de
pobreza, violencia, deterioro ambiental, entre otros factores, son
elocuentes. Duque además deja tras de sí un ambiente de corrupción y
oportunismo, de complacencia con el uso placentero del poder, en favor
suyo y de sus allegados políticos y personales. Duque ha pasado semanas, y hasta
meses, en el exterior, a bordo del avión presidencial, con comitivas
hasta de 150 personas (Mafe Cabal), incluyendo, siempre, a su hermano, conocido además por "ser mamón"(ex senador Pulgar.)
Como lo denunció y explico recientemente el profesor Salomón Kalmanovitz en su columna "El corrupto legado de Duque":
"El déficit fiscal que encontrará la nueva administración será de $83 billones, equivalentes al 6,8 % del PIB, el más alto en la historia del país; al mismo tiempo, se encontrará con que la deuda pública se incrementó del 36 % al 57 % del PIB entre enero de 2019 y el mismo mes de 2022, que obligará a pagar altos intereses y reducir el gasto en sus programas prioritarios." (El Espectador, 3 de julio 2022.)
Son cifras espeluznantes, pero también elocuentes sobre los resultados tangibles del manejo fiscal del gobierno de Duque. Y dado que este puede alegar algunas justificaciones para esas cifras, lo cierto, y fondo, es que Petro recibe unas arcas fiscales poco menos que en ruinas, y que el esfuerzo para pagar esas deudas ocupará buena parte de los recursos que necesita para financiar sus programas.
Petro ha avanzado ya en la conformación de su gabinete, con nombramientos realmente acertados. Comenzó con el de Alvaro Leyva Durán para relaciones exteriores. Leyva es un conservador por tradición, pero enfático y activo partidario del acuerdo de paz de 2016 entre estado y Farc. Leyva ha sido durante años un interlocutor de confianza del Secretariado de las Farc, ahora ex Farc, convertidas en Comunes. El segundo gran nombramiento ha sido por supuesto el de José Antonio Ocampo, un economista de alto nivel internacional, y de conocidas inclinaciones progresistas.
Luego
han venido las mujeres: Patricia Ariza, Cecilia López Montaño, Susana
Muhamad, Carolina Corcho. Un grupo fenomenal, que estarán a cargo
respectivamente de los ministerios de Cultura, Agricultura, Ambiente, y
Salud. De todas ellas tengo referencias, y muy buenas, salvo de Susana
Muhamad, de cuyo nombre por primera vez me entero, pero las referencias
que se publican son también excelentes. Para comenzar descartó ya los
temibles fracking del petróleo, y el glifosato contra los
cultivos de hoja de coca, y contra la naturaleza en general, incluyendo
humanos. Es un gran alivio que ya no se vaya a utilizar semejante
veneno. Del primero dijo Susana, que convierte un improductivas las
tierras a su alrededor.
A estas alturas parece que el gabinete de Petro ya está casi totalmente conformado. Y todo indica que será un grupo muy eficiente y honesto, a la altura de los retos que deberán enfrentar el gobierno del Pacto Histórico, y su coalición de gobierno.
Mientras todo esto ocurría, la Comisión de La Verdad, encabezada por el padre Francisco de Roux, presentó su informe final, luego de tres años de extensas e intensas investigaciones, con cifras verdaderamente asombrosas de casos investigados. La ceremonia de entrega tuvo lugar el 28 de junio, en el teatro Jorge Eliécer Gaitán. En conmovedor intervención, el padre de Roux describió los atroces hallazgos de la investigación, se preguntó en nombre de todos sus compatriotas, ¿cómo nos hemos atrevido a tolerar esto? La cifra más aterradora: más de 450,000 personas asesinadas durante el Conflicto. Más aun, de Roux señaló: se necesitarían 17 años para dedicar un minuto de silencio a cada víctima.
Como cosa rara, el presidente Duque no asistió al evento. Prefirió irse de paseo a Portugal. Petro, y Francia Márquez, sí estuvieron presentes. De Roux hizo entrega a Petro de una copia del primer cuaderno del informe final. Al día siguiente Duque y algunos de sus funcionarios recibieron a de Roux y sus colegas, para recibir el informe.