sábado, diciembre 14, 2019

Indigentes y tiroteos


     Entre los varios problemas de la sociedad estadounidense, hay dos particularmente graves y muy dolorosos. Ambos involucran crueldad, sufrimiento, y muerte. Me refiero a los llamados homeless, o indigentes; y la violencia y los miles de muertos y heridos víctimas de las armas de fuego. Las cifras, y los hechos, en ambos casos son escalofriantes. En octubre pasado se informó que en 2019 había habido más matanzas que días trae un año: 366.Al terminar el año, los muertos por armas de fuego llegan casi a 40.000.  
     Practicamente no pasa una semana sin un tiroteo. El más reciente fué esta semana (12/10/19) en New Jersey. Trágica ironía. Uno de los muertos fue un policía, con 15 años de veteranía, campeón del decomiso de armas en la calle. Un verdadero héroe, aun antes de su sacrificio. Imposible calcular cuántas vidas salvo gracias a las armas que decomisó. Incluso muertes accidentales, puesto que las armas suelen dispararse accidentalmente. Desde que hay un arma disponible hay el peligro de una o varias muertes, intencionales o accidentales.     
     En cuanto a los indigentes, se trata de una realidad crónica de esta sociedad, la más rica y próspera de la historia, y que se auto considera la más democrática. La prosperidad y riqueza de Estados Unidos es evidente. En medio, o en torno, de tanta riqueza, casi medio millón de personas, de todas las razas y edades, viven en las calles, bajo puentos, en aleros, en fin, donde pueden. En una noche promedio de 2018 habría habido en Estados Unidos 552,830 personas destechadas, según fuentes confiables. Expuestas al hambre, los elementos, la violencia, incluso entre ellos mismos, la soledad total, la falta de las más elementales comodidades para una vida digna, como un sanitario, una ducha, alimentos esenciales.
       La existencia de los indigentes es un motivo de incomodidad y mala conciencia colectiva. Uno no puede pasar en su auto yendo por la Avenida Venice y pasar bajo el puente de la autopista 405, en el Oeste de Los Angeles, sin sentir un cosquilleo de malestar moral al ver, a lado y la lado de la amplia avenida, las carpas y toldas en las que se refugian docenas de personas, hombres, y mujeres, viejos y jóvenes, de diversas razas. O cuando uno lee las conmovedoras historias sobre homeless escritas por el columnista Steve Lopez, del LA Times. Como aquella de la mujer y el joven cuyo esposo y padre murió indigente en Los Angeles, y vinieron a reclamar el cuerpo.
     La naturaleza del problema es difícil de establecer. A simple vista, se trata de cientos, o miles de personas, depende la ciudad, que carecen de vivienda. Eso es obvio, pues nadie se va a vivir voluntariamente a la via pública. En cada caso, hay causas diversas, la más evidente la falta de recursos económicos. Se trataría pues de un nivel extremo de pobreza. Pero también puede tratarse de casos de violencia doméstica, o rechazo familiar, por cualquier causa. Casos de desempleo crónico, que a su vez han de tener causas my diversas. Pues cada persona es un caso diferente, y por ello es mejor no generalizar. Que es lo que, con la mejor voluntad, hacen a veces los funcionarios y autoridades que se preocupan por tratar de aliviar de alguna manera este grave padecimiento social. 
     Como el problema obvio es la falta de techo, la posible solución más lógica sería, claro, construir conjuntos habitables, para invitar a las personas sin techo e refugiarse en ellos. Es lo que en el argot urbanístico estadounidense se denominan "Proyectos". Pero estos planes, aparte de sus enormes costos y gravámenes, suelen tropezar con la resistencia de las comunidades o vecindarios en donde las autoridades proponen ubicarlos. 
    Lo más aterrador de estos dos problemas, la indigencia masiva, y las recurrentes matanzas, es el aparente conformismo del público en general. Es decir, indigencia y tiroteos son síntomas de esa especie de modorra colectiva, que afecta a la sociedad gringa. Esa modorra social contrasta con el furor racista, y religioso, y la xenophobia,y  la extrema parcialidad política.
     Eso nos lleva al modo de ser habitual del público gringo respecto a la política. Los gringos no votan por, sino contra. Votan contra los negros, los latinos, los inmigrantes, los islámicos, los homosexuales, los trans sexuales;  los otros. Eso explica en buena parte la popularidad de Donald Trump entre el votante blanco promedio. El discurso de éste exacerba todos los prejuicios, y fobias, de ese promedio electoral.
   El votante por Trump se siente representado en la rabia de éste. Su desconfianza de las instituciones, en cierto modo justificada, se excita ante la conducta irreverente de Trump hacia aquéllas. Puesto a escoger entre propuestas encaminadas a lograr una más equitativa distribución de la riqueza, o contrarrestar el desastre climatico, y el discurso anti inmigrante, o xenofóbico, el votante trumpista opta por lo segundo.  Ésto a pesar de que, según fuentes confiables, un 44% de los americanos en edad productiva, y sus familias, ganan menos de 19,000 dólares al año. Con eso tienen que costear vivienda, salud, mercado, educación; todo.
     Sin embargo, muchos de esos votantes, viven obsesionados con sus prejuicios racistas, y xenofóbicos, y es a estos temas a los que atienden a la hora de votar.
   Eso se llama alienación. Es decir, extrañamiento de sus verdaderos intereses, en aras de prejuicios y obsesiones inválidas. Viven la política como una guerra contra otros, a quienes consideran sus enemigos, a quienes erróneamente culpan de sus problemas. El discurso manipulador, el llamado dog whistling, los aliena, los distrae de la realidad y las verdaderas causas de sus problemas. Trump y sus secuaces son expertos en esa clase de discurso.
     Ese estado de alienación es lo que impide a los ciudadanos estadounidenses percibir y comprender plenamente su compleja problemática social, política, y económica. Eso les impide actuar como deberían hacerlo, a fin de usar las instituciones políticas para corregir las diversas anomalías que afectan a esta sociedad.
     Como las causas y magnitud del problema de los indigentes; como las causas y magnitud del problema de violencia cotidiana que afecta a esta sociedad. 
    En el, ya inminente 2020, Rayuela62.blogspot.com dedicará mucha atención a éstos, y otros graves problemas de la sociedad estadounidense.

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